Dos gallegos muy atlantes estaban tomando clases de aviación.
Ambos van volando en una avioneta, cuando uno de los motores empieza a fallar. El piloto mira el indicador de combustible y grita:
¡Rayos!, se nos ha acabado la gasolina!
Y el otro contesta:
Oh, no!!, y ahora ¿cómo bajamos?"